INFLUENZA, H1N1, VACUNA, NIÑOS CON DROGAS INMUNOSUPRESORAS
Un comunicado de ProMED-mail
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Fecha: 15 de diciembre, 2009
Fuente: Medical News Today http://www.medicalnewstoday.com/articles/169363.php
[Editado por Jaime Torres y Jorge González. Traducido por Jorge González]
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, Centers for Disease Control and Prevention) han clasificado a todos los niños desde los 6 hasta los 24 meses de edad como uno de los grupos en alto riesgo para contraer la influenza A H1N1; y recomiendan que esta población reciba la vacuna correspondiente para mejorar su inmunidad contra esta enfermedad. Sin embargo, ¿qué hay con los millones de
niños que ya están luchando contra otras enfermedades - condiciones crónicas tales como asma, artritis reumatoide, la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), enfermedad de intestino irritable y otros desórdenes digestivos tales como la enfermedad de Crohn? ¿Acaso la combinación (o la suma) de la vacuna contra la
influenza A H1N1 con las potentes medicaciones utilizadas en las condiciones descritas pondrá a los pacientes en un riesgo aun mayor?
Un grupo de médicos en el Hospital Nacional para Niños (Nationwide Children's Hospital) en Columbus, Ohio, ha estado enfrentando estas preguntas no solo con unos pocos padres preocupados, sino con literalmente miles de ellos. Durante los últimos cinco años se ha observado una aparición explosiva de nuevos medicamentos
inmunosupresores; y se estima que cerca de 5 millones de niños están actualmente tomando dichos medicamentos para el control de sus condiciones crónicas.
"Es extremadamente importante que los pacientes en tratamiento con medicamentos inmunosupresores reciban la vacuna contra la influenza A H1N1 y que la administración sea en inyección, antes que en un aerosol," explicó el Dr. Dennis Cunningham, médico especialista en enfermedades infecciosas y Director Médico de Epidemiología en el
Hospital Nacional para Niños. "La razón por la cual recomendamos la inyección es porque el material para el aerosol contiene un virus vivo; y no queremos que los niños cuyo sistema inmune ya está debilitado reciban un virus vivo. la inmunidad contra el virus de la influenza A H1N1, entre otras enfermedades, es muy importante para los niños afectados por condiciones crónicas.
El Dr. Cunningham, quien lidera los esfuerzos en el combate contra la influenza A H1N1 en el Hospital Nacional para Niños, señaló que no existe un 100 por ciento de garantía de que estos pacientes que están luchando contra condiciones crónicas no contraigan el virus de la influenza A H1N1 solamente por recibir la inmunización. El también sugiere que haya una protección adicional a través del denominado anillo de vacunaciones. La idea es asegurarse que exista una barrera de protección para todos los miembros de la familia que estén en contacto directo y frecuente con los niños que toman medicamentos inmunosupresores.
"También es importante que los padres coloquen otra capa de protección alrededor de sus niños; y que lo hagan asegurándose que ellos mismos y otros niños en el hogar reciban la vacuna," indicó el Dr., Cunningham, quien también trabaja en la Escuela de Medicina de la Universidad del Estado de Ohio (Ohio State University College of Medicine).
La desventaja es que no existe la seguridad de que las personas fuera del hogar hayan de ser vacunadas. Se enfatiza la importancia de medidas tales como el lavado de manos, cubrirse el rostro al estornudar y al toser con la parte interna de la flexura del codo, dormir el número suficiente de horas y tomar líquidos en abundancia;
así como permanecer en casa de estar enfermo, debiendo seguirse estrictamente con estas recomendaciones. Los padres siempre deberán consultar primero con su pediatra o con su médico de familia si tuvieran alguna duda o pregunta acerca de lo apropiado en cuanto a las necesidades de salud de sus hijos.
Comunicado por: Jaime R. Torres [torresjaime@cantv.net]
-- ProMED-ESP
[Comentario: La inmunosupresión inducida por el tratamiento de diversas enfermedades (o la inducida por los medicamentos empleados por los pacientes sometidos a transplantes) es una condición crecientemente común, tanto en niños como en adultos. Es importante la observación referente al tipo de vacuna y la modalidad de administración, así como la necesidad de montar una suerte de barrera de protección en los hogares de estos pacientes. Vacunarlos será insuficiente y eventualmente inútil si los padres y las otras personas en sus hogares no están protegidos. Moderador Jorge González]
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