lunes, 20 de noviembre de 2017

El veneno de una tarántula reduce el dolor asociado a quemaduras - DiarioMedico.com

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ESTUDIO EN ‘THE JOURNAL OF MOLECULAR MEDICINE’

El veneno de una tarántula reduce el dolor asociado a quemaduras

La Protoxina II es capaz de bloquear de manera específica el canal de sodio Nav1.7, reduciendo significativamente la transmisión del dolor a la médula espinal.
Redacción   |  24/10/2017 12:07
 
 

Tarántula
Tarántula de la especie 'Thrixopelma pruriens'. (Rick C. West)
Investigadores del grupo dirigido por Istvan Nagy, del departamento de Cirugía y Cáncer del Imperial College de Londres, publican en The Journal of Molecular Medicine un estudio sobre el uso de la toxina protoxina II (ProTxII), presente en el veneno de tarántula, para reducir el dolor producido en las quemaduras.
Las mejoras en el tratamiento de quemaduras de primer y segundo grado han aumentado la tasa de supervivencia en países desarrollados, pero las opciones clínicas para tratar el dolor asociado a la lesión y su recuperación siguen siendo reducidas y producen efectos secundarios no deseados. Este dolor es una de las consecuencias que más preocupan a los supervivientes.

Canal de sodio

Cuando los nociceptores reciben una estimulación nociceptiva suficientemente intensa, los canales de sodio presentes en dichas neuronas se abren permitiendo la transmisión de la señal de dolor hasta la medula espinal. El canal de sodio llamado Nav1.7, muy conservado de ratones a humanos, actúa como un interruptor en estas primeras neuronas, encargadas de responder a la estimulación dolorosa y transmitir dicha información del exterior a la medula espinal. Por tanto, determina si se transmite o no la información dolorosa al cerebro.
El equipo de Istvan Nagy ha estudiado in vivo la distribución del canal de sodio Nav1.7. Los investigadores han observado que existe una asociación entre el dolor por quemaduras y el aumento de la expresión del canal Nav1.7 en las neuronas nociceptoras. Su implicación en el tratamiento del dolor después de una lesión por quemadura le convierte en una excelente diana terapéutica para reducir el dolor.
La Protoxina II, un compuesto presente en el veneno de tarántula, es capaz de bloquear de manera específica el canal de sodio Nav1.7, reduciendo significativamente la transmisión del dolor a la médula espinal de manera similar a la morfina. Aunque la toxina en ella misma no es apta como estrategia terapéutica, estos hallazgos indican que el bloqueo de Nav1.7 podría ser útil en la reducción de dolor en los pacientes quemados y evitar los efectos secundarios provocados por otras terapias actuales.
El trabajo, cuyo primer autor es José Vicente Torres Pérez, se ha desarrollado en el Chelsea and Westminster Hospital, uno de los cuatro centros principales para el cuidado especializado de quemaduras en Inglaterra y Gales y que cuenta con un equipo multidisciplinar de científicos básicos y clínicos.

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