lunes, 2 de noviembre de 2009

"La alarma sobre las eritropoyetinas para la anemia oncológica está injustificada"


Diariomedico.com
ESPAÑA
SEGÚN CARLOS CAMPS, DEL HOSPITAL GENERAL DE VALENCIA
"La alarma sobre las eritropoyetinas para la anemia oncológica está injustificada"
Prácticamente el 70 por ciento de los pacientes con cáncer sufren anemia debido al tumor o a los tratamientos que están recibiendo.


A. C. M. - Lunes, 2 de Noviembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llave conceptual:
1. Cuando aparecieron las eritropoyetinas se hizo un empleo indiscriminado de ellas; hay que intentar llegar a un equilibrio entre el uso y el abuso

Ahora existen fármacos que pueden ser útiles en el control de esta complicación, como por ejemplo, las eritropoyetinas. "Han surgido alarmas por el uso de estos medicamentos y el posible aumento de las trombosis y la mortalidad. Sin embargo, estas alertas probablemente estén injustificadas porque los estudios no incluyen análisis bien hechos", ha defendido Carlos Camps, jefe del Servicio de Oncología del Hospital General Universitario de Valencia, en el III Simposio Iberoamericano de Tratamiento de Soporte y Paliación en Oncología, celebrado en Madrid.

"Cuando aparecieron las eritropoyetinas se hizo un empleo indiscriminado de ellas, llegando incluso a utilizarlas para prevenir la anemia. Por eso, hay que intentar llegar a un equilibrio entre el uso y el abuso".

Por su parte, Vicente Guillem, jefe del Servicio de Oncología Médica del Instituto Valenciano de Oncología, ha abordado dos de los síntomas más frecuentes en los pacientes con cáncer y, precisamente, los que más disminuyen su calidad de vida: el estreñimiento y los vómitos y náuseas. "La N-metilnaloxona va a ser un fármaco muy importante para el estreñimiento provocado por el uso de opioides. Además, no hay que olvidar que las náuseas y vómitos están presentes en más del 70 por ciento de los pacientes, y con fármacos como el palonosetrón y aprepitant se controlan los síntomas en más del 90 por ciento de los casos".

En metástasis óseas
Las complicaciones derivadas de las metástasis óseas merman la calidad de vida del paciente oncológico. En palabras de Serafín Morales, adjunto y responsable de la Unidad de Mama del Servicio de Oncología Médica del Hospital Arnau de Vilanova, en Lérida, "la única forma de controlar y mejorar la afectación ósea es conocer la biología molecular del hueso metastásico para atacar el mal desde dentro. El hueso no es un elemento inerte sino activo y las células tumorales, sobre todo las del cáncer de mama y próstata, sacan beneficio de esa actividad metabólica, haciendo que el hueso se vaya deteriorando. Las células malignas se encuentran muy cómodas en el hueso porque tienen todos los elementos necesarios para sobrevivir y por eso es tan habitual que aparezcan metástasis óseas en los pacientes con cáncer".

A partir de los conocimientos de biología molecular ósea se han ido diseñanando nuevos fármacos. Uno de ellos es denosumab, un anticuerpo monoclonal que inhibe de forma selectiva el ligando RANK -proteína que se encuentra en el esqueleto y que funciona como regulador principal de los osteoclastos-. "El problema que tenemos es que es muy difícil medir el resultado del fármaco en el hueso afectado. Para ver si el efecto de la terapia es positivo nos fijamos en si se ha producido una disminución de los niveles del N-telopéptido en orina y si se han reducido las complicaciones óseas".

No hay comentarios:

Publicar un comentario