sábado, 30 de mayo de 2009
fibrosis hepática por VHB
HEPATOLOGÍA
Reversión de la fibrosis hepática por VHB con entecavir
JANO.es
22 Mayo 2009 · Marcos López Jiménez. Hong Kong
Tras seis años de tratamiento, el 96% de los pacientes experimentó una mejoría en la histología del hígado y el 100% alcanzó una carga viral indetectable
Dr. Ricardo Montero
De acuerdo con las últimas pruebas presentadas en el Congreso Anual de la Asociación Asia-Pacífico para el Estudio del Hígado (APASL), celebrado en Hong Kong, entecavir (Baraclude; Bristol-Myers Squibb) se corresponde con el primer y único tratamiento que ha demostrado poder revertir la fibrosis hepática causada por la infección por el virus de la hepatitis B (VHB).
En palabras el Dr. Patrick Marcellin, director de la Unidad de Investigación de Hepatitis Viral del Hospital de Beaujon (Francia), “el tratamiento con entecavir se asocia con una mejora en la histología del hígado en la semana 48 en un 73% de los pacientes, un efecto que resulta incluso más significativo a largo plazo –6 años–, pues la mejoría tiene lugar en hasta un 96% de los casos”.
Menos fibrosis
Es más; además de la mejoría en la histología hepática, cuantificada por un descenso en la actividad inflamatoria sin empeoramiento de la fibrosis de acuerdo con los parámetros de la escala de Knodell, el 32% de los participantes experimentó una reducción de la acumulación de fibrosis al cabo de 48 semanas de tratamiento con entecavir, porcentaje que transcurridos 6 años se elevó hasta el 88% –reducción de cuanto menos un punto en la escala de Ishak.
Carga viral indetectable
En consecuencia, en palabras del Prof. Tsing-Tsung Chang, del Departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario Cheng Kung de Taiwan e investigador principal del ETV-091, estudio del que deriva la evidencia, “el tratamiento prolongado con entecavir parece tener el potencial no sólo de frenar el daño hepático, sino incluso de mejorar la fibrosis, o lo que es lo mismo, reducir la acumulación de tejido cicatricial, causada por la hepatitis B crónica”.
El ensayo clínico ETV-091, llevado a cabo con 57 pacientes sin tratamiento previo con análogos nucleósidos, también ha constatado la elevada eficacia del tratamiento con entecavir en el control de la replicación del VHB. No en vano, los resultados muestran que la totalidad de los participantes presentó una carga viral indetectable (<300 copias/mL) transcurridos 6 años de tratamiento. Una situación, por tanto y como explicó el Dr. Marcellin, “contraria a la que se presenta con lamivudina, análogo nucleósido con un índice de resistencias cercano al 80% a los 5 años y, en definitiva, un riesgo de rebrote de la infección y de ulterior fibrosis, cirrosis y cáncer hepático ciertamente muy elevado”.
Trasplante hepático
El trasplante de hígado constituye la última opción de supervivencia para los pacientes que padecen un fallo hepático o un cáncer de hígado consecuentes con una infección crónica por el VHB. Un trasplante que, sin embargo, no evita la posterior reinfección por el virus –únicamente el tratamiento profiláctico evita que la totalidad de pacientes trasplantados se reinfecte al cabo de 4 o 5 años.
A este respecto, cabe resaltar los resultados alcanzado con entecavir en el tratamiento profiláctico de los pacientes sometidos a trasplante hepático. No en vano, y de acuerdo con el estudio llevado a cabo por investigadores de la Third Affiliated Hospital de la Universidad de Sun Yatsen (China), ninguno de los 38 pacientes tratados con la combinación de entecavir (0,5 mg/día) e inmunoglobulinas antivirales (HBIG) experimentó una reinfección del VHB, resultando por tanto más eficaz que la asociación de lamivudina y HBIG en la prevención de la reinfección por VHB de estos pacientes.
Por tanto, y como concluyó el Dr. Marcellin, “a falta de confirmación de los resultados definitivos, hemos de esperar la aprobación por las agencias reguladoras de la indicación de entecavir en la profilaxis del trasplante hepático”.
Infradiagnosticada e infratratada
La prevalencia de la infección por el VHB en nuestro país se sitúa en torno al 1,5-2% de la población –entre 600.000 y 800.000 casos–, si bien, como explicó el Dr. Ricardo Montero, hepatólogo del Hospital La Princesa de Madrid, “la cifra puede haber aumentado en los últimos años como consecuencia de la inmigración procedente de países donde no se han implementado los programas de vacunación frente al virus”.
Por su parte, la cifra de infectados crónicos, esto es, de pacientes en los que el ADN viral es activo y el virus se está replicando –condición que conlleva al ulterior desarrollo de fibrosis hepática, cirrosis y cáncer de hígado (el 80% de hepatocarcinomas son consecuencia de la infección por VHB)–, se establece en torno a 400.000, de los que únicamente un 20% se encuentra sometido a tratamiento. Y es que como recordó el Dr. Montero, “la infección por VHB sigue siendo básicamente una enfermedad de transmisión sexual, por lo que sigue habiendo un estigma entre los afectados que condiciona no sólo su infratratamiento, sino incluso un notable infradiagnóstico”.
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