miércoles, 15 de septiembre de 2010
El Hospital Clínic de Barcelona y Grifols firman un contrato para el desarrollo de un dispositivo que mejorará la viabilidad de los hígados para trasp
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El Hospital Clínic de Barcelona y Grifols firman un contrato para el desarrollo de un dispositivo que mejorará la viabilidad de los hígados para trasplante
Redacción
El contrato de licencia y colaboración establece las bases para adaptar el dispositivo al uso humano y llevarlo hasta los ensayos clínicos que validarían su uso
Barcelona (16-9-10).- La Fundación Clínic, del Hospital Clínic de Barcelona, y Grifols han firmado un contrato para el desarrollo de un dispositivo que mejorará la viabilidad de los hígados para trasplante. Este dispositivo está patentado por la Fundació Clínic, y surge de un largo período de investigación básica; el contrato de licencia y colaboración firmado establece las bases para adaptar el dispositivo al uso humano y llevarlo hasta los ensayos clínicos que validarían su uso. Los resultados con animales demuestran que mejora las condiciones de conservación ex-vivo de los órganos y permite aprovechar hígados que con los medios tradicionales de conservación en frío no serían aptos para el trasplante.
Las listas de espera para recibir un trasplante de hígado crecen incluso en España, el país europeo con mayor índice de donantes (39 por cada millón de habitantes). Esto es debido, entre otras cosas, a que se trata de una técnica con altas tasas de éxito que se aplica a un creciente número de indicaciones. La demanda de órganos ha llevado a plantear el uso de hígados que pueden ser perfectamente funcionales a pesar de no encontrarse en condiciones ideales para el trasplante. El problema es que los daños producidos en estos hígados durante el proceso de conservación en frío fuera del cuerpo (criopreservación) son mucho mayores que los sufridos por un hígado en buenas condiciones.
El dispositivo de perfusión hepática normotérmica patentado por la Fundació Clínic podría convertirse en el primer avance importante en más de veinte años en la conservación de tejidos entre la donación y el trasplante. El investigador principal de la patente es el Constantino Fondevila, especialista senior del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Clínic e investigador del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd).
El contrato de licencia y colaboración firmado entre Grifols, compañía que ya colabora con la Fundació Clinic en el impulso y financiación del Consorcio Europeo para el Estudio de la Insuficiencia Hepática Crónica y otros proyectos de investigación, y la Fundació Clínic del Hospital Clínic, un centro de excelencia médica e investigadora, permitirá el desarrollo de un dispositivo aplicable a hígados humanos.
El proceso de creación de este dispositivo se nutre del interés histórico por maximizar el aprovechamiento de órganos de los profesionales del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Clínic, liderado por Juan C. García-Valdecasas. Se trata por ejemplo de hígados procedentes de donantes a corazón parado, personas mayores u órganos grasos que, al no disponer de la tecnología adecuada de conservación ex-vivo, no pueden utilizarse en un trasplante.
Bases de funcionamiento
Las investigaciones del doctor Fondevila le llevaron a encabezar en 2005 un proyecto FIS financiado por el Ministerio de Sanidad, que sentó las bases del funcionamiento y los requisitos técnicos del dispositivo. Así pues, el éxito de este dispositivo sería un ejemplo de retorno a la sociedad de las inversiones públicas realizadas en materia de investigación.
Actualmente los hígados se conservan en frío durante el tiempo transcurrido entre la extracción del órgano y su implante. Este intervalo de tiempo debe minimizarse tanto como sea posible para evitar daños en el tejido, y en ningún caso puede superar las doce horas.
La novedad que aporta el dispositivo de perfusión hepática normotérmica es que el hígado puede ser conservado en condiciones muy parecidas a las fisiológicas, en lugar de quedar aislado en una nevera. Además, gracias a un sofisticado sistema de sensores, permite analizar el estado funcional del hígado e incluso administrarle citoprotectores que optimizarán las condiciones del injerto.
Los resultados obtenidos con cerdos son altamente esperanzadores, y según las estimaciones, hasta tres cuartas partes de los órganos desechados actualmente podrían beneficiarse de este nuevo dispositivo.
El contrato firmado con Grifols establece un marco de colaboración público-privada cuyo programa se desarrolla en cuatro fases. En primer lugar se llevarán a cabo los estudios de bioingeniería que adaptarán el dispositivo al uso humano. En segundo lugar se realizarán estudios con animales de experimentación que abrirán las puertas a los ensayos clínicos. Finalmente se analizará el funcionamiento del dispositivo con órganos rechazados para el trasplante humano, para después empezar a testear su funcionamiento con todas las garantías de seguridad en trasplantes reales.
El potencial y la historia de las partes firmantes de este contrato auguran un futuro esperanzador para la mejora de una intervención terapéutica tan importante como el trasplante de hígado.
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