jueves, 23 de abril de 2009

Luz UV y control de la tuberculosis



TUBERCULOSIS, MENOR DISEMINACION, LUZ ULTRAVIOLETA C

Un comunicado de ProMED-mail
http://www.promedmail.org
ProMED-mail es un programa de la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas
http://www.isid.org

Fecha: 22 de abril, 2009
Fuente: Science Daily (originalmente publicado el 17 de Marzo del 2009)
http://www.medicalnewstoday.com/articles/142544.php [Editado por J.
Torres y J. González. Traducido por Jorge González]

La luz ultravioleta podría reducir la diseminación de la tuberculosis en las salas de hospitalización y en las salas de espera de los hospitales hasta en un 70%, de acuerdo con un estudio recientemente publicado en PLoS Medicine. La investigación, la cual exploró la transmisión de la tuberculosis (TB) de pacientes infectados a cobayos, sugiere que la instalación de equipos simples de luz ultravioleta C (UVC) en los hospitales, podría ayudar a reducir la transmisión de la TB, incluyendo a las cepas drogorresistentes.

Todos los años, más de nueve millones de personas se infectan con tuberculosis; y cerca de dos millones de personas fallecen por la enfermedad, de acuerdo con la organización Mundial de la Salud. Las tasas de infección son particularmente altas en los lugares en donde las personas vulnerables están reunidas, tales como hospitales, refugios para gente sin hogar o desplazados y en las prisiones.

Cuando un paciente tuberculoso tose, las bacterias son aerosolizadas en el aire en gotas muy pequeñas, las cuales flotan en el ambiente e infectan a otros pacientes, visitantes y personal de salud. Estas bacterias pueden ser eliminadas colgando del techo una fuente de luz UVC protegida, con un ventilador para mezclar el aire, de acuerdo con los investigadores de las siguientes instituciones: Imperial College
de Londres, la Universidad de Leeds, el Hospital Dos de Mayo en Lima, Perú; y otras entidades participantes.

La luz UVC elimina a las bacterias causantes de la tuberculosis, incluyendo a las cepas drogorresistentes, dañando su ácido desoxirribonucleico de manera tal que pierden la capacidad de infectar a las personas, desarrollarse o dividirse. La luz UVC ya se utiliza en modalidades de gran intensidad para desinfectar las ambulancias y las salas de operaciones.

El Dr. Rod Escombe, investigador principal del Centro del Patronato Wellcome para Medicina Tropical Clínica (Wellcome Trust Centre for Clinical Tropical Medicine) en la Escuela Imperial College en Londres, declaró: "cuando las personas están agrupadas en una sala de espera en un hospital, basta con una sola tos para infectar a varios pacientes vulnerables. Nuestra investigación previa demostró que abrir las
ventanas en una sala es una manera simple de reducir el riesgo para la transmisión de la tuberculosis, pero ello depende del clima - por ejemplo, usted no puede abrir las ventanas en la sala de cuidados intensivos en un hospital en Siberia."

"Afortunadamente, la frecuencia de la infección tuberculosa en países como el Reino Unido es relativamente baja y las personas afectadas pueden ser tratadas utilizando medicamentos antituberculosos disponibles con cierta facilidad en dicho país. Es más probable que mueran personas a causa de la tuberculosis en países subdesarrollados
como Perú, debido a que existen limitaciones en los recursos para aislar a los pacientes, diagnosticarlos rápidamente e iniciar pronto un tratamiento efectivo. Del mismo modo, la prevalencia de la TB drogorresistente es mucho mayor en el mundo subdesarrollado. La prevención de la infección es mucho más fácil y menos costoso que
tratar a un paciente con tuberculosis," agregó el Dr. Escombe.

Ya están en desarrollo los planes para instalar luces ultravioleta en los techos de las salas en el servicio de tórax en el Hospital St. Mary, parte de los establecimientos de Salud a Cargo de Imperial College y el Patronato del Sistema Nacional de Salud (Imperial College Healthcare National Health Care System Trust), el cual será el primer hospital en implementar este sistema en el Reino Unido.

La introducción de las luces UVC podría ser una medida con un costo relativamente bajo, señalan los investigadores. Actualmente, un equipo común de luces UVC para el techo cuesta unos $350 (Dólares de los EE.UU.); y los focos de repuesto cuestan unos $25. Los investigadores ahora están trabajando para desarrollar unidades de más accesibles con un costo de $100.

El impacto de las luces UV alcanza un máximo cuando se combina con un manejo cuidadoso del flujo de aire en la sala, tal como lo explica la Dra. Cath Noakes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Leeds: "Las luces deberán colocarse a una altura suficiente para asegurar que los pacientes y el personal de salud no tenga una sobre-exposición, pero si las luces solamente tratan el aire en dicho
nivel, habrá poco beneficio. Para alcanzar el máximo de efectividad, los sistemas de ventilación requieren crear un flujo constante de aire tratado para que llegue al nivel de los pacientes; y que el aire potencialmente infectado suba en dirección de las luces."

Para arribar a sus conclusiones, los científicos colgaron luces UVC en una sala de un hospital en Lima, Perú, en donde estaban siendo tratados 69 pacientes con infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y tuberculosis. Los investigadores bombearon el aire proveniente de la sala hacia una jaula con cobayos
en techo de la misma durante 535 días consecutivos. Los cobayos fueron divididos en tres grupos de aproximadamente 150 animales: el primer grupo recibió el aire expuesto a las luces UV en la sala, el segundo grupo recibió el aire de la sala tratado con ionizadores negativos (la ionización negativa hace que las partículas suspendidas en el aire adquieran una carga eléctrica que hace que se fijen a las
superficies); y el tercer grupo (control) recibió el aire no tratado directamente de la sala. Los cobayos fueron sometidos a pruebas en la piel para detectar la infección tuberculosa una vez por mes.

Para el final del experimento, un 35% de los animales en el grupo control estuvieron infectados con TB, en comparación con un 14% del grupo que recibió el aire ionizado y un 9.5% del grupo que recibió el aire tratado con la luz UVC. Un 8.6% de los animales en el grupo control desarrollaron la forma activa de la enfermedad tras haber sido infectados con el microorganismo causante, en comparación con un 4.3%
de los animales que recibieron el aire ionizado y un 3.6% del grupo que recibió el aire tratado con la luz UVC. La forma activa de la enfermedad fue diagnosticada por hallazgos en autopsias, incluyendo la recuperación de _M. tuberculosis_ en cultivos de órganos y tejidos de los cobayos. La diferencia entre el grupo control y los grupos que recibieron el aire tratado alcanzó significancia estadística.

[Comentario: Una investigación original que demuestra que se puede reducir la
capacidad de transmisión de la tuberculosis con una medida simple que tiene un costo relativamente bajo. Este tipo de intervención podrá emplearse en las salas de espera y en otros lugares superpoblados en donde los pacientes aun no diagnosticados con tuberculosis (y, por tanto, sin tratamiento) entran en contacto con otras personas
(pacientes susceptibles, personal de salud, visitantes del hospital), teniendo en cuenta que los pacientes aun no diagnosticados de TB son altamente infectantes. Los resultados son lo suficientemente contundentes como para que un hospital británico ya haya decidido implementar esta medida de precaución. Esta intervención debería
implementarse rápidamente en los países subdesarrollados, sin que trabas burocráticas o engorrosos procedimientos administrativos la entorpezcan. Moderador Jorge González]
Comunicado por: Jaime R. Torres [torresjaime@cantv.net]
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