viernes, 16 de octubre de 2009

Hay que rebajar la 'agresividad' según el riesgo-beneficio


Quesada y Rabanal

Diariomedico.com
ESPAÑA
CUIDADOS INTENSIVOS .CADA VEZ HAY MÁS TÉCNICAS MENOS INVASIVAS PARA CRÍTICOS
Hay que rebajar la 'agresividad' según el riesgo-beneficio
¿El intensivista del nuevo milenio ha de ser agresivo o conservador? "Depende mucho de la patología, edad e historia del paciente, pero lo ideal es una intensidad proporcionada a la situación clínica del enfermo", según Antonio Quesada, intensivista del Hospital de Valdecilla.


Santiago Rego Santander - Viernes, 16 de Octubre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llaves conceptuales:
1. Hay que constatar las alteraciones fisiopatológicas que presenta un paciente sin necesidad de realizar maniobras invasivas
2. Uno de los aspectos que genera más estrés es el desconocimiento y/o falta de habilidad técnica que se genera cuando el paciente requiere inmediatez
3. Algunos microorganismos superan hasta entre el 20 y 30 por ciento las tasas de resistencia a los antibióticos disponibles

En el paciente crítico los procedimientos terapéuticos o sistemas de monitorización son cada vez de mayor complejidad, y aunque su no invasividad es un objetivo alcanzado en muchos casos, lo cierto es que no siempre ocurre así, requiriendo de una destreza y práctica no desdeñables, a fin de hacerlos eficientes y sin yatrogenia, según han asegurado Antonio Quesada y José Manuel Rabanal, jefe de la Unidad de Politraumatizados de Intensivos y coordinador de la Unidad de Reanimación del Servicio de Anestesiología, respectivamente, del Hospital Universitario Valdecilla, de Santander.

Quesada y Rabanal han programado para el 12 y 13 de noviembre un curso en Valdecilla -Técnicas en pacientes de riesgo y crítico-, en el que van a presentar un libro -Procedimientos técnicos en urgencias, medicina crítica y pacientes de riesgo- en el que han empleado casi tres años, y en el que, de entrada, ya advierten de que, pese a los avances tecnológicos, "los datos e información aportados por la exploración clínica continúan siendo esenciales, y la medicina actual precisa de pruebas diagnósticas que confirmen la sospecha que el juicio clínico ha establecido".

Monitorización no invasiva
La tendencia en la llamada Medicina Crítica pasa por aplicar la monitorización no invasiva. "Constatar las alteraciones fisiopatológicas que presenta un paciente sin necesidad de realizar maniobras invasivas es un aspecto clave al evitarse así la yatrogenia añadida. Y si este factor es clave en cualquier contexto de los cuidados de salud, todavía lo es más en el enfermo con patología de emergencia o crítica", ha destacado Rabanal.

Llegados a este punto, la pregunta es obligada. ¿El intensivista del nuevo milenio ha de ser agresivo o conservador: qué está dando mejores resultados? "Depende mucho de la patología, edad e historia del paciente, pero lo ideal es una agresividad proporcionada a la situación clínica del enfermo. La tendencia es emplear técnicas que perjudiquen lo menos posible al individuo, pero que, al mismo tiempo, permitan obtener la mayor información posible con el menor daño", ha observado el intensivista Quesada.

En este caso Rabanal ha añadido que es el propio paciente el que determina, en función de su estado, las exigencias, la invasividad y la agresión del médico, tanto en quirófano como en cuidados intensivos. "Ahora mismo ya hay técnicas que permiten obtener mucha información con una agresividad moderada y en bastantes casos baja. La monitorización actual ha dado un salto hacia delante enorme gracias a las modernas tecnologías, y la tendencia creciente es agredir menos para obtener la mayor información posible".

Hoy en día, por ejemplo, el pronóstico del paciente traumático grave depende, en gran medida, de la calidad de la atención inicial recibida, con gestos terapéuticos como el control precoz de vía aérea inestable, ventilación mecánica, drenaje de neumotórax a tensión, control de hemorragias exanguinantes, infusión de fluidos en hipovolemia severa, prevención de lesiones secundarias en traumatismo craneoencefálico grave y en trauma raquimedular, manejo correcto de fracturas, administración de sedoanalgesia y categorización precoz de pacientes, entre otras actuaciones. Y todo ello, como subrayan los autores del libro, optimizando al máximo el tiempo empleado.

Rabanal y Quesada, después de tres décadas de ejercicio profesional, tienen claro que uno de los aspectos que causa más estrés a los especialistas de Urgencias, Intensivos y Anestesia y Reanimación "es el desconocimiento y/o falta de habilidad técnica que se genera cuando el paciente requiere inmediatez para solucionar una situación crítica, que compromete su vida".

Accidentes de tráfico
El trauma, en este sentido, es la causa de muerte más frecuente en menores de 45 años, y supone una incidencia mayor que el resto de causas juntas. "Si acumulamos las consecuencias de los accidentes de tráfico en España a lo largo de veinte años, comprobamos que el alcance del problema constituye una verdadera pandemia, pues nos encontramos cifras próximas a 150.000 muertos y 2.500.000 heridos, de los cuales 750.000 fueron graves", han alertado los especialistas del Marqués de Valdecilla.

Ambos han recordado, igualmente, el avance de la farmacopea para hacer frente a las infecciones tan frecuentes en los quirófanos y en las unidades de intensivos.

Quesada y Rabanal, no obstante, han subrayado que es necesario aumentar el arsenal terapéutico para combatir las resistencias, y mejorar los resultados en el tratamiento de las infecciones. De hecho, algunos microorganismos superan hasta el 20-30 por ciento las tasas de resistencia a los antibióticos disponibles, mientras que la mortalidad causada por una infección nosocomial ronda el 7 por ciento, una cifra que asciende al 17 por ciento cuando un paciente registra más de un episodio infeccioso.

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