martes, 26 de enero de 2010
Las células sanas podrán sobrevivir al daño que les provocan las infecciones, gracias a una nanomolécula descubierta por investigadores españoles
Las células sanas podrán sobrevivir al daño que les provocan las infecciones, gracias a una nanomolécula descubierta por investigadores españoles
· La muerte de células propias del órgano infectado puede causar una mala función del órgano y secuelas que llegan a ser irreversibles.
· Se trata de la primera vez que se usa nanotecnología para proteger de la lesión de tejidos causada por organismos infecciosos, lo que abre una puerta a limitar las muertes causadas por estos agentes.
· La nanomolécula disminuyó un 100% la muerte de células peritoneales.
Plos One, la prestigiosa revista científica on line que está suponiendo todo un reto para las revistas científicas “tradicionales en papel”, ha publicado una investigación de científicos españoles explicando cómo podrían sobrevivir las células de nuestro cuerpo a la agresión que les provoca sus propias defensas.
Para defenderse contra una agresión por microbios, el organismo recluta glóbulos blancos que llegan “armados hasta los dientes” al lugar del problema y dispuestos a acabar con la amenaza. Una vez en el foco de infección los glóbulos blancos “disparan todo su arsenal” contra los microbios, pero estas “armas” son letales tanto para los microbios como para las células del órgano infectado y para los propios leucocitos que mueren durante la defensa víctimas de sus propias armas. La muerte de células propias del órgano infectado puede causar una mala función del órgano y secuelas que llegan a ser irreversibles.
El estudio que publica Plos One describe los mecanismos celulares y moleculares de estos daños colaterales e identifica a la nanotecnología como una posible solución. La investigación ha sido realizada por el equipo del Dr Alberto Ortiz, investigador de la Red de Investigación Renal (REDinREN) perteneciente al Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Ciencia e Innovación y profesor de la Fundación Jiménez Díaz-Capio/Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con los investigadores del Centro de Investigación Príncipe Felipe, María Jesús Vicent y Enrique Pérez-Payá.
La defensa contra la infección requiere que los glóbulos blancos utilicen “armas” para acabar con las bacterias, como puede ser el factor de necrosis tumoral (TNF). El problema es que estas armas pueden dañar a las propias células del organismo (por eso el nombre de factor de necrosis tumoral). De hecho los tratamientos dirigidos directamente contra el TNF pueden aumentar el riesgo de infecciones. Por ello, más que impedir la producción y utilización de estos mecanismos de defensa, hay que estudiar cómo se produce el daño colateral, cómo estas moléculas, inicialmente defensivas, terminan dañando los tejidos.
Esta investigación se ha centrado en un problema clínico frecuente y potencialmente mortal: la peritonitis. Los investigadores de la REDinREN han identificado la forma que tiene el TNF y otras proteínas de la inflamación de matar células del peritoneo: inducen a las células del peritoneo a suicidarse por apoptosis, es decir, a matarse a sí mismas mediante la activación de proteínas letales intracelulares.
El empleo de una novedosa nanomolécula diseñada en el Centro de Investigación Príncipe Felipe permite dirigir al interior de la célula un principio activo que inactiva las proteínas letales intracelulares y facilita que las células del organismo sobrevivan a la agresión de sus propias defensas.
La nanomolécula protegió de la agresión de nuestras propias defensas a las células cultivadas y facilitó su regeneración después del daño. In vivo disminuyó un 100% la muerte de células peritoneales causada directamente por TNF.
La bacteria que se usó en estos estudios, el estafilococo dorado (Staph aureus) es muy agresiva y sus infecciones se caracterizan por una gran destrucción de tejido, lo que causa numerosas muertes. Cepas multirresistentes de esta bacteria causan más de 100.000 muertos al año en EEUU (más que el SIDA).
La importancia de estas investigaciones radica en que pueden tener aplicación para la protección de los tejidos durante las infecciones graves, sin interferir con la defensa antimicrobiana. Además se podrán aplicar a otras enfermedades no infecciosas pero caracterizadas por una agresión de las defensas del organismo a los propios tejidos, como las enfermedades autoinmunes.
Se trata de la primera vez que se usa nanotecnología para proteger de la lesión de tejidos causada por organismos infecciosos, lo que abre una puerta a limitar las muertes causadas por estos agentes.
Referencias bibliográficas
http://www.plosone.org/article/info:doi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0006634
Santamaría B, Benito-Martin A, Ucero AC, Stark Aroeira L, Reyero A, Vicent MJ, Orzáez M, Celdrán A,, Esteban E, Selgas R, Ruíz-Ortega M, López Cabrera M, Egido J, Pérez-Payá E, Ortiz A. A nanoconjugate Apaf-1 inhibitor protects mesothelial cells from cytokine-induced injury. PLoS ONE, 2009;4(8):e6634
Pide de foto (de izquierda a derecha): Susana Carrasco, Ana Sanz, Loly Sánchez Niño, Alberto Ortiz, Beatriz Santamaría, Alberto Benito, Alvaro Ucero
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