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lunes, 28 de septiembre de 2009
DIABETES MELLITUS y FIBRILACIÓN ATRIAL
DIABETES I/IV + ANEXOS
La diabetes incrementa en un 26% el riesgo de fibrilación atrial en las mujeres
JANO.es · 28 Septiembre 2009 13:34
También es factor de riesgo independiente de insuficiencia cardíaca y fatiga crónica
La diabetes aumenta en un 26% la probabilidad de que las mujeres desarrollen fibrilación atrial, insuficiencia cardíaca y fatiga crónica, según concluye un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro para la Investigación de la Salud de la institución sanitaria Kaiser Permanente en Portland (Estados Unidos) y publicado en el último número de la revista Diabetes Care.
Si bien la literatura recoge numerosas evidencias en las que se muestra que los pacientes con diabetes son más propensos a la fibrilación atrial, este es el primer gran estudio que identifica la diabetes como un factor de riesgo independiente en mujeres. En la investigación han tomado parte cerca de 35.000 participantes, de ellos 17.372 pacientes del registro de diabetes de Kaiser Permanente en Oregón y Washington, a lo largo de siete años.
En palabras del Dr. Greg Nichols, director del estudio, “el descubrimiento más importante es que las mujeres con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar este ritmo cardíaco anormal. Los hombres con diabetes están también bajo un mayor riesgo, pero la asociación entre los dos trastornos no es tan fuerte. En el caso de los hombres, la obesidad e hipertensión son los principales factores de riesgo de la diabetes".
Por su parte, la Dra. Summet Chugh, coautor del estudio y directora asociada del Instituto del Corazón Cedars-Sinai en Los Ángeles (Estados Unidos), apunta que “las diferencias de género necesitan examinarse con más atención, porque podrían tener implicaciones importantes para la forma en la que se trata la diabetes en hombres y mujeres”.
Sólo en mujeres
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores utilizaron el sistema de registros de salud electrónico sobre civiles más amplio del mundo, denominado comercialmente ‘HealthConnect’, para identificar a los pacientes no diabéticos.
Los dos grupos de participantes fueron seguidos durante una media de 7,2 años hasta diciembre de 2008 o hasta que fallecían o dejaban el plan de salud. Al inicio del estudio el 3,6% de los pacientes con diabetes tenía fibrilación atrial frente al 2,5% de los no diabéticos, una diferencia del 44%.
Durante el período de estudio, los diabéticos fueron más propensos a desarrollar este tipo de arritmia, pero después de descartar otros factores como la obesidad, la hipertensión y la edad, el mayor riesgo fue sólo significativo entre las mujeres. Aquellas con diabetes eran un 26% más propensas que las no diabéticas a desarrollar la fibrilación atrial.
Diabetes Care
Kaiser Permanente
CARDIOLOGÍA II/IV
La prolongación del intervalo PR del ECG, indicador de riesgo de mortalidad precoz
JANO.es · 24 Junio 2009 12:30
Hasta ahora obviada y como concluye un estudio en ‘JAMA’, también se asocia con un mayor riesgo de fibrilación atrial y de la necesidad de marcapasos
Un indicador común en el electrocardiograma (ECG) hasta el momento considerada insignificante, concretamente la prolongación del intervalo PR, podría ser en realidad una señal de un mayor riesgo de fibrilación atrial, una alteración crónica del ritmo cardíaco, una necesidad futura de marcapasos y un mayor riesgo de mortalidad precoz, según concluye un estudio llevado a cabo por investigadores del Hospital General de Massachusetts en Boston (Estados Unidos) y publicados en el último número de la revista The Journal of the American Medical Association (2009;301(24):2571-2577).
En palabras de la Dra. Susan Cheng, investigadora principal del estudio, “la prolongación del intervalo PR se observa en los electrocardiogramas de rutina, de forma más frecuente en pacientes mayores, y es considerada relativamente inofensiva. Pero nuestros resultados indican que la prolongación del intervalo PR no es tan benigna como se pensaba”.
El ECG registra la actividad eléctrica del corazón y la traduce en forma de ondas que reflejan cómo la señal de contracción se mueve a lo largo del músculo cardíaco. Un intervalo PR prolongado representa un retraso en el tiempo que lleva a la señal moverse desde el atrio a la parte superior del corazón, que recibe el flujo sanguíneo de las venas, y a los ventrículos a la parte inferior del corazón, que bombea sangre a las arterias.
Más de 200 milisegundos
Los investigadores analizaron datos de 7.500 participantes del Estudio Cardíaco Framingham que fueron seguidos durante más de tres décadas. Aunque sólo 124 de los participantes mostraron un intervalo PR prolongado en el electrocardiograma de inicio del estudio, esta característica se comprobó que era un factor de riesgo.
Según los investigadores, un intervalo PR de menos de 200 milisegundos se considera normal, y los participantes con un intervalo más prolongado tenían el doble de riesgo global de desarrollar fibrilación atrial, tres veces el riesgo de necesitar un marcapasos y casi 1,5 veces el riesgo de muerte precoz.
Los investigadores, si bien reconocen que no saben por qué se produce esta asociación, consideran que el intervalo PR prolongado podría ser un marcador para problemas progresivos del sistema de conducción eléctrica del corazón. Como concluye el Dr. Thomas Wang, coautor del estudio, “necesitamos descubrir más sobre cómo un intervalo PR prolongado se vincula a estos episodios graves y qué podría hacerse para prevenirlos. Ahora los médicos deberían considerar que sus pacientes con una prolongación PR podrían estar bajo un mayor riesgo de estos problemas y seguir más de cerca sus electrocardiogramas”.
Hospital General de Massachusetts en Boston
JAMA (2009;301(24):2571-2577)
CARDIOLOGÍA III/IV
Mayor riesgo de fibrilación atrial asociado con el ejercicio intenso y frecuente
JANO.es · 18 Junio 2009 10:30
Los atletas de élite que practican ejercicio de resistencia presentan el riesgo más elevado
El aumento de la frecuencia de ejercicio intenso eleva el riesgo de desarrollo de fibrilación atrial, de acuerdo con los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Médico de la Universidad de New York (Estados Unidos) y publicado en el último número de la revista American Journal of Cardiology (2009;103:1572-1577).
Como apuntan los autores, “aunque el ejercicio intenso posee múltiples beneficios para la salud, estudios de casos y datos limitados sugieren que los atletas de élite que practican ejercicio de resistencia tendrían el nivel más alto de riesgo de desarrollar fibrilación atrial”.
Para estudiar la fibrilación atrial, que puede provocar desmayos, insuficiencia cardíaca e ictus, los autores analizaros datos de 16.921 hombres aparentemente saludables y participantes en el Physicians’ Health Study, una investigación prospectiva iniciada en 1982. Durante el seguimiento, 1.661 hombres desarrollaron fibrilación atrial.
Los participantes respondieron cuestionarios sobre la realización de ejercicio intenso, que se definió como la actividad física capaz de “hacer transpirar”. El análisis reveló que, a diferencia de los participantes que no hacían ejercicio con tanta intensidad, los que lo practicaban entre cinco y siete días por semana tenían un 20% más riesgo de desarrollar fibrilación atrial.
Tras analizar a ese subgrupo de participantes, la relación se mantuvo sólo en los hombres menores de 50 años y en los corredores. Al comparar 5-7 días de ejercicio intenso semanal con actividad no intensiva, el riesgo de desarrollar fibrilación atrial aumentó un 74% en los hombres jóvenes y un 53% en los corredores.
Como ocurre con cualquier estudio observacional, esta investigación no prueba que hacer ejercicio intenso sea una causa directa de la fibrilación atrial. Según los autores, es posible que se hayan omitido factores que podrían generar confusión. “Aun así, el ejercicio intenso estuvo directamente asociado con varios factores de riesgo de fibrilación atrial y, por lo tanto, es posible también que un mayor control sobre los factores de riesgo haya fortalecido las asociaciones registradas”, concluyen los investigadores.
American Journal of Cardiology (2009;103:1572-1577)
Centro Médico de la Universidad de New York
PEDIATRÍA IV/IV
ECG preventivos pueden evitar la muerte súbita del lactante
JANO.es · 04 Septiembre 2008 10:33
Un estudio realizado por investigadores de Barcelona ha detectado diferencias en las alteraciones electrocardiográficas del corazón de los recién nacidos según su etnia
Un equipo de investigación, del Servicio de Cardiología del Hospital del Mar, liderado por el Dr. Julio Martí, y con la colaboración del Servicio de Pediatría de este mismo hospital, ha publicado en la "Revista Española de Cardiología" un estudio que concluye con la recomendación de realizar electrocardiogramas (ECG) a los recién nacidos. Gracias a este ECG se pueden detectar problemas cardíacos y estudiar la frecuencia de estos trastornos y las diferencias según las etnias.
Hay varias anomalías cardíacas detectables mediante un ECG que están relacionadas con la muerte súbita del lactante, como las denominadas canalopatías. Son alteraciones en los canales de iones de las células (canales de potasio y de sodio, por ejemplo). Estos canales permiten la transmisión de los impulsos eléctricos entre células y por lo tanto permiten la transmisión del latido a través del músculo cardíaco. Alteraciones a este nivel podrían estar relacionadas con el síndrome de muerte súbita del lactante. Estas alteraciones se pueden ver en el ECG -que de hecho es el registro en forma de gráfica, de la actividad eléctrica del corazón- como diferentes cambios en la gráfica. Un de estos cambios y a la vez el más frecuente, es el alargamiento de uno de los segmentos de este ECG, el intérvalo entre la onda Q y la onda T y se denomina enfermedad del QT largo.
Este QT largo se ha relacionado claramente con problemas que podrían acabar provocando una muerte súbita, tanto en el lactante como en el adulto. En este estudio se ha intentado evidenciar la frecuencia de este trastorno en nuestra población, pues en recién nacidos hay estudios pero referidos a otras poblaciones como, por ejemplo, la italiana. Y además hace falta hacerlo, buscando las diferencias según las etnias que constituyen la población infantil de referencia del Hospital del Mar.
En el estudio, se realizó un ECG durante las primeras 48 horas de vida de los recién nacidos. Se incluyeron en la muestra más de 1.300 niños nacidos a término y se vio que "59 lactantes (4,5%) presentaban el intérvalo QT anormalmente largo y se encontraron diferencias entre las diferentes etnias, presentando valores más altos los niños de etnia indo-pakistaní y magrebí que los autóctonos", explica el Dr. Julio Martí, responsable del estudio. A los 59 recién nacidos con el QT anormalmente largo se les repitió el ECG al cabo de un mes pues se considera que en el momento de nacer puede influir la inmadurez del sistema nervioso autónomo, y se vio que sólo en 2 de los niños se mantenían cifras anormalmente alargadas de QT y es entonces cuando se considera un ECG es realmente patológico. Este porcentaje iguala las cifras encontradas en otros estudios de frecuencia de la enfermedad (1-2 casos por 1.000 recién nacidos).
La pregunta que ha formulado este equipo de investigadores y que dará pie a proseguir los estudios es: ¿Qué pasa con los 57 niños que han normalizado su ECG al madurar el sistema nervioso, pero que partían de valores muy superiores al resto de recién nacidos? "Nuestra hipótesis es que se podría tratar de niños con alteraciones genéticas de baja expresión que se compensan al madurar el sistema nervioso, pero que delante de situaciones en las que se pueda alargar el QT, como por ejemplo la administración de fármacos, como pueden ser ciertos antibióticos, antihistamínicos o antifúngicos, podrían volver a presentar arritmias e incluso podrían sufrir alguna muerte súbita en la edad adulta", explica el Dr. Martí.
La otra peculiaridad de los resultados de este estudio son las claras diferencias que se han encontrado entre lactantes de diferentes etnias, especialmente en el caso de los indopakistanís y de los magrebíes. En estas etnias no hay datos de referencia, ni registros en sus poblaciones de origen, ni en relación a estas canalopatías ni en relación a la muerte súbita. Pero esta mayor frecuencia de alteraciones electrocardiográficas podría responder a mutaciones, que todavía no se han descrito.
Este estudio concluye pues que, dado que realizar un ECG neonatal es una prueba inocua, económica y no invasiva, se debería aconsejar su práctica, especialmente en los recién nacidos de etnias que presentan más alteraciones electrocardiográficas, antecedentes de muerte súbita o antecedentes de canalopatías en la familia, comprobadas genéticamente. Sería aconsejable el ECG al mes de vida y, posiblemente, se podría realizar en la Atención Primaria.
Rev Esp Cardiol 2008; 61: 980 - 982
Hospital del Mar
Revista Española de Cardiología
ANEXO A
PEDIATRÍA V
Muerte súbita infantil e infecciones bacterianas
JANO.es y agencias · 30 Mayo 2008 11:16
Investigadores británicos publican en "The Lancet" el hallazgo de altos niveles de Staphyloccus aureus y Escherichia coli al realizar autopsias a lactantes fallecidos
Los altos niveles de Staphyloccus aureus y Escherichia coli descubiertos en las autopsias realizadas a los lactantes víctimas de casos inexplicables de muerte súbita infantil sugieren que estas bacterias podrían estar asociadas a este trastorno, según un estudio del Hospital Infantil Great Ormond Street de Londres (Reino Unido) que se publica en "The Lancet".
La muerte súbita infantil se define como la muerte súbita e inesperada de un niño de menos de un año de edad. En varios de estos casos se han realizado autopsias de los lactantes y se ha analizado con meticulosidad cómo murieron, aunque en algunos de ellos las causas de la muerte siguen sin aclararse incluso después de estos exámenes.
Los investigadores revisaron los resultados de las autopsias para determinar si alguna infección había sido la causa de la muerte súbita.
Realizaron una revisión de casos sistemática de las autopsias realizadas en el centro hospitalario entre 1996 y 2005, de 546 niños, de entre 7 y 365 días de edad, que habían muerto de forma súbita e inesperada. Los casos del trastorno se clasificaron como inexplicables, explicables con evidencia de infección bacteriana o explicables por causas distintas a la infección.
Las muestras bacterianas recogidas de las autopsias se clasificaron como no patógenas, de patógenos del grupo 1 o de patógenos del grupo 2. Los patógenos del grupo 1 son organismos que suelen asociarse con un foco de infección identificable y los del grupo 2 son organismos conocidos por causar septicemia sin un foco obvio de infección como es el caso de S. aureus y E. coli.
Entre las muertes explicadas por el grupo de infección bacteriana, 78 de 232 muestras obtenidas (24%) pertenecían a patógenos del grupo 2. En el grupo de muertes no explicadas, 440 de 2.306 muestras pertenecían a patógenos del grupo 2 (el 19%), mientras que en las muertes por causas distintas a la infección, la proporción de patógenos del grupo 2 fue del 11% (27 de 243).
Además, más cultivos de lactantes cuyas muertes no se explicaban contenían S. aureus y E. coli, en comparación con los de los niños cuyas muertes se explicaban por causas distintas a las infecciones. Estas diferencias sugieren que la infección con estas bacterias podrían estar asociadas con casos no explicables de muerte súbita.
Según los autores, el 11% de los cultivos del grupo no asociado a las infecciones eran patógenos del grupo 2. Por ello, los cultivos positivos en solitario podrían ser insuficientes para implicar la infección como una causa de mortalidad en cualquier caso individual.
Señalan que descubrieron que más organismos que eran patogénicos se aislaron de niños cuya muerte súbita no se podía explicar, en comparación con los bebés cuya muerte se debía a causas no infecciosas.
Aunque las razones para esto siguen sin estar claras, los hallazgos sugieren que bacterias o productos microbianos podrían estar asociados a la patogénesis de una proporción de casos de muerte súbita infantil no explicable.
Lancet 2008; 371:1848-1853
Great Ormond Street Hospital for Children
The Lancet
ANEXO B
PEDIATRÍA VI
Riesgo de muerte súbita de niños prematuros de madre fumadora
JANO.es y agencias · 01 Septiembre 2008 13:05
La función respiratoria de los lactantes nacidos prematuramente es peor si la madre fumó durante el embarazo
Los niños prematuros cuyas madres fumaron durante el embarazo podrían tener un mayor riesgo de síndrome de muerte infantil súbita (SMIS) que aquellos cuyas madres no fumaban, según un estudio de la Universidad de Calgary (Canadá) que se publica en el "American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine". El estudio comparó los reflejos respiratorios de los recién nacidos y mostró que aquellos de madres fumadoras presentan signos de función respiratoria deficiente.
Shabih Hasan, principal investigador, señala que "fumar durante el embarazo es una espada de doble filo con respecto al SMIS. No sólo aumenta las probabilidades de la madre de tener un niño prematuro, que se encuentran entre los más vulnerables ante el SMIS, sino que incrementa aún más la susceptibilidad de los niños al SMIS".
Estudios anteriores han indicado que la combinación de hipoxia y un exceso de dióxido de carbono (hipercarbia) podrían ser precursores importantes del SMIS. Los niños con un mayor riesgo han mostrado tener respuestas de despertar y ventilatorias atenuadas ante la hipoxia y la hipercarbia.
Los investigadores examinaron a 22 prematuros que nacieron entre las semanas 28 y 32 del embarazo sin complicaciones respiratorias añadidas. Doce de los lactantes tenían madres que fumaron cinco o más cigarrillos al día durante el embarazo. Las madres de los otros diez niños no fumaron durante la gestación.
Los autores tomaron medidas de los patrones de respiración de los lactantes en condiciones normales, que medían la frecuencia respiratoria, las pausas, el período de recuperación y la frecuencia cardíaca. Además, también incluyeron la saturación de oxígeno en sangre. Después, los niños pasaron por un período de cinco minutos en el que se disminuía el oxígeno que recibían a través de una cánula nasal.
Los dos grupos fueron muy similares en algunas medidas, como la frecuencia respiratoria y el número de pausas en la respiración. Pero se observaron diferencias significativas entre ellos en la frecuencia cardíaca y el período de recuperación. Los hijos de madres fumadoras presentaron una mayor frecuencia cardíaca durante el período de hipoxia en comparación con sus valores normales, a diferencia de los niños del grupo control de madres no fumadoras, lo que indica que la reducción de oxígeno situaba el organismo de los primeros bajo un mayor estrés.
Además, los niveles de oxígeno en sangre disminuyeron de forma similar en ambos grupos durante la hipoxia, pero los hijos de madre fumadora no se recuperaron tan bien, tan rápido o tan a menudo como los del grupo control.
"Nuestro estudio muestra que los niños prematuros tienen una recuperación incompleta o retrasada de las interrupciones de la respiración. Esto tiene implicaciones claras en su riesgo de SMIS. Pero existe otra razón de preocupación incluso después de que el riesgo de SMIS haya pasado", explica Hasan.
Según añade el investigador, la incapacidad en la recuperación o su retraso en episodios repetidos de carencia de oxígeno puede ser también perjudicial para el desarrollo cerebral. Existen cada vez más evidencias de que los lactantes expuestos al humo de cigarrillo antes de nacer tienen un mayor riesgo de trastornos del desarrollo y la conducta".
Am. J. Respir. Crit. Care Med. 2008; 178: 520-526
American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine
University of Calgary
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