miércoles, 9 de junio de 2010

Tumores gigantes pero benignos - DiarioMedico.com


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ESPAÑA
LLEGAN A SUPERAR LOS 5 KILOS DE PESO
Tumores gigantes pero benignos
Afortunadamente, el tamaño de muchos tumores ginecológicos está inversamente relacionado con su grado de malignidad. La extracción de lesiones de varios kilos de peso no es común, aunque los calificativos se queden cortos para definir casos como el de un tumor de 70 kilos que le fue extraído a una paciente en Estados Unidos. Sin llegar a esos extremos, el Hospital Quirón de Madrid es uno de los centros a los que se derivan miomas y tumores borderline que han crecido hasta superar los cinco kilos de peso.


José A. Plaza - Miércoles, 9 de Junio de 2010 - Actualizado a las 00:00h.


El tamaño en oncología puede estar inversamente relacionado con la malignidad. Es el caso de los tumores ginecológicos gigantes, que pese a su espectacularidad suelen ser lesiones benignas en las que basta con una resección y un seguimiento posterior.

Normalmente se trata de miomas y tumores borderline que no suelen contar con componente hereditario. El Hospital Quirón, de Madrid, es uno de los centros especializados en el tratamiento de este tipo de tumores. Ricardo Sainz de la Cuesta, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia, ha explicado a Diario Médico las principales carcterísticas de estos tumores y ha revelado algunos de los casos más destacados.

Síndrome de negación
Los tumores ginecológicos de gran tamaño suelen estar relacionados con el útero y los ovarios. Normalmente son asintomáticos, porque surgen en órganos intraabdominales, en cavidades bastante grandes y flexibles, y muchas veces pueden crecer a gran tamaño sin que el paciente se dé cuenta. Esta es la radiografía que aporta Sainz de la Cuesta, para quien el hecho de que el paciente no acuda al médico forma parte de "un claro síndrome de negación. El afectado se desentiende del problema hasta que el crecimiento tumoral es tan exagerado que debe acudir a urgencias".

Los órganos más afectados por este tipo tumoral son los ovarios. Cuanto más grande es el tumor más benigno se presenta, "ya que si fuera maligno no crecería de esa forma". En algunos casos se trata de tumores borderline, con un potencial maligno bajo, que crecen durante muchos años y no suelen metastatizar.

El estándar de actuación consiste en extirpar el tumor: "Según la edad de la paciente se analiza con cuidado la eliminación del resto del aparato genital interno, se envía una biopsia intraoperatoria para corroborar el componente tumoral y, en función del resultado, se lleva a cabo una cirugía oncológica reglada".

El especialista explica el componente de sorpresa que pueden tener este tipo de operaciones: "Normalmente se sabe de dónde proviene el tumor, aunque en ocasiones se adhiere a estructuras y superficies colindantes y puede llevar tiempo saber cuál es su origen". Uno de los casos que más recuerda es el de un mioma "que había crecido como un embarazo de 40 semanas y llegó a pesar más de siete kilos. Provenía del útero, concretamente del ligamento ancho". Su origen era mesenquimal, como suele suceder en estos casos, en los que el tumor proviene del ligamento ancho, de la pared pélvica o cualquier tejido con fibra muscular lisa: "Alcanzan tamaños enormes y se pueden unir a estructuras abdominales, al intestino delgado, a diversos sistemas vasculares..."

Asintomáticas
En estos casos es difícil la resección porque no hay movilidad y el tumor está muy fijo en la pelvis y el abdomen. Las afectadas suelen estar asintomáticas: "Suelen notar hinchazón, por ejemplo, pero tratan de restarle importancia hasta que la situación les supera".

En uno de los casos más espectaculares, que se dio en Estados Unidos, el tumor extirpado pesó casi 80 kilos; la paciente no podía andar porque incluso le comprimía las piernas: "Cuando el tumor quedó extirpado la mujer pesaba sólo 50 kilos. De los casi 80 kilos del tumor, más de 70 eran líquidos".

La incidencia de estas lesiones cancerosas no es importante. La naturaleza benigna explica su tamaño desmesurado: "Si fueran malignos se habrían roto, provocado metástasis y causado síntomas de malignidad, como distensión abdominal, caquexia, astenia y síndrome constitucional", precisa el ginecólogo.

Crecimiento veloz
No sólo son grandes, sino también rápidos: "Los sarcomas de útero crecen rápidamente, al igual que los miomas, que también dan pocos síntomas aunque sí ocasionan sangrados."

Si el tumor es benigno, una vez resecado "no exige más tratamiento, aunque se opta por revisiones anuales de control". En tumores borderline sí hay casos de recidiva, un 10 por ciento en concreto, "por lo que hay que prestar más atención pese a que el crecimiento sea muy lento".

Aun así, estos casos tampoco son malignos de por sí: "De hecho, no responden a la quimioterapia, aunque sí pueden metastatizar. A veces tenemos que optar por nuevas resecciones, ya que no existen terapias adyuvantes: sólo cirugía de rescate". En todo caso, pueden pasar años hasta que reaparezcan, si es que lo hacen.

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